"Y si no me gusta el grado....". Este es uno de los miedos de muchos de los estudiantes cuando están a las puertas de la Universidad. Muchas veces el proceso de toma de decisiones se deja para los últimos meses, incluso para los últimos días y por tanto se realiza de forma precipitada y poco reflexiva. Esta situación puede generar algunos problemas a largo plazo que podrían evitarse si conseguimos hacernos las preguntas adecuadas en el momento oportuno.
La lectura de la siguiente noticia, publicada hoy en prensa, invita a la reflexión.